Mientras la demanda de alimentos de origen animal no para de crecer, la sociedad se va sensibilizando ante problemas como el bienestar animal, la calidad y la seguridad alimentaria. Conciliar estas tendencias aparentemente opuestas obliga a incorporar tecnologías cada día mas modernas en el proceso productivo.

Las técnicas de inseminación artificial aseguran el mantenimiento de genéticas de interés a una escala productiva. Hace años que técnicas como la citometría de flujo se han convertido en rutinarias del análisis de calidad espermática. A su vez, la certificación genética por técnicas de biología molecular, ayudan a evitar el fraude. Además, la sanidad animal genera enormes cargas de trabajo que hay que automatizar, por ejemplo, mediante técnicas ELISA.

Finalmente, los análisis de composición, la ausencia de antibióticos o pesticidas, hacen necesarias técnicas como la espectroscopia, la cromatografía o los análisis de color. Izasa Scientific ofrece alternativas para mejorar todos estos aspectos de su cadena de producción.